viernes, 29 de junio de 2012

¿ES CRISTIANO EL MORMONISMO?

¿Es Cristiano el Mormonismo? Esto tal vez parece ser una pregunta enigmática para muchos mormones al igual que para algunos cristianos. Los mormones dirán que ellos incluyen la Biblia en la lista de los cuatro libros que reconocen como Las Escrituras, que su creencia en Jesucristo forma parte central de su fe, y que esto está indicado por su nombre oficial, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Además, muchos cristianos han escuchado al Coro del Tabernáculo Mormón cantar himnos cristianos, y han quedado impresionados con la dedicación de los mormones en cuanto a sus reglas morales y su fuerte estructura familiar. ¿No implica esto que el mormonismo es una religión cristiana?
Para contestar esta pregunta de una manera correcta e imparcial, tendremos que comparar cuidadosamente las principales doctrinas del mormonismo con el cristianismo bíblico. Haremos esta comparación en diez áreas básicas e importantes de doctrina. 

1. La Biblia enseña y los cristianos a través de las edades han creído que hay sólo un Dios, vivo y verdadero y que aparte de Él no hay otros dioses. (Deuteronomio 6:4; Isaías 43:10,11; 44:6,8; 45:21,22; 46:9; Marcos 12:29-34).
En contraste, el mormonismo enseña que hay múltiples dioses, y que nosotros, como seres humanos, podemos llegar a ser dioses en el Reino Celestial (History of the Church, 6:306; Teachings of Spencer W. Kimball, 28, 51-53; Doctrinas de Salvación, 2:58). 

2. La Biblia enseña y los cristianos a través de las edades han creído que Dios es Espíritu (Juan 4:24; I Timoteo 6:15,16), que no es un hombre (Números 23:19; Oseas 11:9; Romanos 1:22,23), y que siempre (eternamente) ha existido como Dios -omnipotente, omnipresente y omnisciente (Salmo 90:2; 139:7-10; Isaías 44:6-8; Apoc. 19:6; Mal. 3:6).
En contraste, el mormonismo enseña que Dios el Padre fue un hombre como nosotros, y que Él progresó hasta llegar a ser un dios, y ahora tiene un cuerpo de carne y hueso. José Smith dijo, "Dios una vez fue como nosotros ahora, es un hombre glorificado, y está sentado sobre su trono allá en los cielos" (Las Enseñanzas del Profeta José Smith, 427; véase también, Doctrina y Convenios 130:22 que dice, "El Padre tiene un cuerpo de carne y huesos, tangible como el del hombre;" también
Artículos de Fe, 46.) 

3. La Biblia enseña y los cristianos a través de las edades han creído que Jesús es Dios (Juan 1:1, 14; Romanos 9:5; Colosenses 2:9), y el Creador de todas las cosas (Juan 1:3; Colosenses 1:15-17; Hebreos 1:2). Aunque nunca ha sido menos que Dios, en el tiempo indicado puso a un lado la gloria que compartía con el Padre (Juan 17:4, 5; Filipenses 2:6-11) y fue hecho "semejante a los hombres" para lograr nuestra salvación; su encarnación se hizo realidad cuando fue concebido sobrenaturalmente por obra del Espíritu Santo, y nació de la virgen María (Mateo 1:18-23; Lucas 1:34, 35).
En contraste, el mormonismo enseña que Jesucristo es nuestro hermano mayor, y que progresó hasta llegar a ser un dios. El fue procreado en espíritu por medio del Padre Celestial y una madre celestial, y fue concebido físicamente por el Padre Celestial y una madre terrenal. La doctrina mormona afirma que Jesús y Lucifer (Satanás) son hermanos (Principios del Evangelio, 15-16). 

4. La Biblia enseña y los cristianos a través de las edades han creído que el Espíritu Santo es Dios y es omnipresente (1 Reyes 8:27; Salmo 139:7-10; Jeremías 23:24; Hechos 5:3,4).
En contraste, el mormonismo enseña que el Espíritu Santo "es un espíritu con la forma de un hombre ... el Espíritu Santo tiene forma y dimensiones. El no llena la inmensidad del espacio y no puede estar presente en todas partes al mismo tiempo, personalmente." Sólo "su poder se manifiesta en todo lugar al mismo tiempo" (Doctrinas de Salvación, 1:36, 38; también Principios del Evangelio, 34). 

5. La Biblia enseña y los cristianos a través de las edades han creído que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo no son Dioses distintos, sino que son Personas distintas dentro de la Deidad trina y una formando un sólo Dios. Por todo el Nuevo Testamento el Hijo y el Espíritu Santo, al igual que el Padre, son identificados individualmente como Dios, y cada uno funciona como Dios (el Hijo: Marcos 2:5-12; Juan 20:28; Filipenses 2:10,11; el Espíritu Santo: Hechos 5:3,4; 2 Corintios 3:17, 18; 13:14), pero al mismo tiempo la Biblia enseña que hay solamente un Dios (véase punto número 1).
En contraste, el Mormonismo enseña que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo "constituyen tres personajes distintos y tres Dioses" (Enseñanzas del Profeta José Smith, 460, También véase Artículos de Fe, 45).

6. La Biblia enseña y los cristianos a través de las edades han creído que la caída de Adán fue un gran mal, y que por medio de dicha caída, el pecado entró al mundo, poniendo a todo hombre bajo la condenación y la muerte. Aunque todos los hombres nacen con una naturaleza pecaminosa, serán juzgados individualmente por los pecados que cometan (Ezequiel 18:1-20; Romanos 5:12-21).
En contraste, el mormonismo enseña que "la Caída fue un paso necesario para el plan de vida y causa de grandes bendiciones para toda la humanidad." (Príncipios del Evangelio, 31; también Doctrinas de Salvación, 1:108; Libro de Mormón, 2 Nefi 2:25). 

7. La Biblia enseña y los cristianos a través de las edades han creído que somos salvos solamente por gracia, y esto es completamente aparte de cualquier obra (Efesios 2:8-9). La ley moral fue dada para que el hombre se diese cuenta de su
incapacidad total de satisfacer las demandas de un Dios justo. (Romanos 3:20; 5:20; 7:7,8; Gálatas 3:19). La ley ceremonial (los sacrificios) fue dada como símbolo de la provisión del Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Juan 1:29; Hebreos 9:11-14; 10:1-14). No podemos contribuir nada a nuestra salvación porque aparte de Cristo estamos espiritualmente "muertos en nuestros pecados"(Efesios 2:1,5); Un resultado de la salvación es que Dios nos da un corazón nuevo que desea obedecer sus leyes. La salvación no es por fe y las buenas obras, sino que una fe que salva produce buenas obras. (Sin la evidencia de une vida cambiada, un testimonio de fe en Jesucristo es puesto en duda; el ser salvo sólo por la gracia de Dios no significa que podemos vivir como queramos - Romanos 6.)
En contraste, el mormonismo enseña que todo hombre recibirá la salvación, cosa que ellos definen como la "unión inseparable del cuerpo y el espíritu que viene como resultado de la expiación y resurrección del Salvador," (Principios del Evangelio, 346-347). Pero, para obtener suma salvación, lo que ellos llaman exaltación, que es "morar en la presencia de Dios," (Doctrinas de Salvación, 2:12) la persona "debe perseverar fielmente en guardar todos los mandamientos del Señor." (Principios del Evangelio, 285) Las obras son requisitos para poder morar en la presencia de Dios. (Tercer Artículo de Fe; Docrtrinas de Salvación, 2:5). 

8. La Biblia enseña y los cristianos a través de las edades han creído que el propósito principal de la expiación de Jesucristo es proveer la solución al problema del pecado que trae muerte a cada hombre. Tomando los pecados personales de todos los hombres - pasado, presente y futuro - en Su cuerpo en la cruz (1 Pedro 2:24), Cristo, como el Cordero de Dios sin mancha, cumplió cabalmente con las demandas de justicia divina en cuanto a nuestros pecados. De esta manera podemos ser perdonados y restaurados a la comunión con Dios (2 Corintios 5:21).
En contraste, el mormonismo enseña que por la expiación de Jesucristo "todos los hombres son redimidos de la muerte física y de la tumba..." (Doctrinas de Salvación, 1:118; Artículos de Fe, 92) De esta manera la muerte de Jesús solamente garantiza que todo hombre resucitará; algunos para exaltación y otros para condenación. 

9. La Biblia enseña y los cristianos a través de las edades han creído que la Biblia es la única, final e infalible Palabra de Dios (2 Timoteo 3:16; Hebreos 1:1,2; 2 Pedro 1:20, 21) y que permanecerá para siempre (1 Pedro 1:23-25). Vemos la mano de Dios en la preservación providencial del texto de la Biblia, cosa que fue confirmada de una manera maravillosa por el descubrimiento de los Rollos del Mar Muerto (o Rollos de Qumram).
En contraste, el mormonismo enseña que se han perdido muchas verdades de la Biblia, que es corrupta y que no contiene la plenitud del evangelio. (Enseñanzas del Profeta José Smith, 4-5, 404; Libro de Mormón, 1 Nefi 13:26-29). 

10. La Biblia enseña y los cristianos a través de las edades han creído que la iglesia verdadera fue establecida por Jesús con su divino poder, y por esto la iglesia nunca pudo ni podrá desaparecer de la tierra (Mateo 16:18; Juan 17:11; 1 Corintios 3:11). Cristianos y evangélicos admiten que ha habido corrupción en la iglesia de vez en cuando, pero creen que siempre ha existido un remanente de personas quienes han guardado los principios del evangelio. 

En contraste, el mormonismo enseña que hubo una gran y total apostasía en la iglesia establecida por Jesucristo; este estado de apostasía continúa hasta hoy excepto entre aquellos que han llegado a un conocimiento del evangelio restaurado por la Iglesia Mormona (Doctrinas de Salvación, 3:249-273).
Conclusión: Los puntos anteriores que aparecen en letras itálicas (puestos en letra bastardilla) constituyen el evangelio comúnmente creido por todos los cristianos através de las edades, sin importar denominación alguna. Esto es distinto a otras religiones como el mormonismo, que mientras pretenden ser cristianos en sus creencias y prácticas, dan más autoridad a otras escrituras que a la Biblia, enseñan doctrinas que contradicen la Biblia, y tienen creencias que nunca fueron enseñadas por Jesucristo. La mayoría de estas sectas se han originado en los últimos 200 años (la Ciencia Cristiana, los Testigos de Jehová, los Mormones, etc.), y estas sí representan una apostasía. 

Los mormones y los cristianos tienen en común importantes términos bíblicos, igual que muchos conceptos morales. Sin embargo, los puntos ya mencionados son algunos ejemplos de las múltiples diferencias fundamentales e irreconciliables entre el cristianismo bíblico y el mormonismo. Mientras que estas diferencias no prohiben que seamos amigos con los mormones, no podremos considerarlos hermanos en Cristo. La Biblia nos advierte que vendrán falsos profetas quienes predicarán "otro evangelio,"con "otro Jesús," testificado por "otro espíritu" (2 Corintios 11:4,13-15; Gálatas 1:6-9). La iglesia mormona dice que su Libro de Mormón es "Otro Testamento de Jesucristo." Creemos que en realidad es más bien, "Un Testamento de Otro Jesús," y que el mormonismo no es cristiano.
Se ha dicho que si uno pretendiera ser mormón pero al mismo tiempo:
        • Negara que José Smith fue profeta de Dios,
        • Negara que el Libro de Mormón es de Dios,
        • Negara creer que Dios una vez fué hombre y, con guardar todos los
          mandamientos de la iglesia mormona, se avanzó a la divinidad, y
        • Negara que la iglesia mormona fue establecida por Dios,
los demás Mormones rechazarían su afirmación de ser mormón. Uno no puede llamarse "mormón" si no cree las doctrinas fundamentales del mormonismo. De igual manera, si los Santos de los Últimos Días no creen las verdades bíblicas esenciales afirmadas por todos los demás cristianos, ¿cómo pueden esperar que sean aceptados como hermanos en Cristo? 

Los mormones creen que los demas cristianos siguen doctrinas apóstatas. ¿Porqué, entonces, querrán ser considerados parte del cristianismo? Hay tres posibilidades:
        • Para darse un sentido de bienestar en saber que son parte de una religión legítima.
        • Para tener la apariencia de una religión legítima, y así hacer mas fácil su obra misionera.
        • Porque creen que los mormones son los únicos verdaderos cristianos.

Si los mormones piensan que son los únicos verdaderos cristianos, no deberían pretender ser parte de la iglesia cristiana. En lugar de ello deberían proclamar a todo el mundo que los que dicen ser cristianos son nada más que apóstatas, y que los mormones son los únicos verdaderos cristianos. En realidad, esto es lo que enseñan en privado, pero no abiertamente. ¿Porqué, entonces, pretenden ser parte de lo que el mundo en general considera la iglesia cristiana, cuando bien saben que no lo son? Su motivación parece ser una combinación de las tres posibilidades ya mencionadas, especialmente la segunda, que es convertir más y más personas a la secta del mormonismo.

LA BIBLIA FALSA DE LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ

En años recientes la Sociedad de la Watch Tower o de la Torre del Vigía, mejor conocida como los Testigos de Jehová, ha publicado una versión alterada de la Biblia con el objetivo de propagar sus doctrinas sectarias entre los incautos.

Se han impreso alrededor de setenta millones de ejemplares de esta nueva "Biblia" que penetra en los hogares de miles de mexicanos gracias a que viene engañosamente disfrazada con el elegante título: "Traducción del Nuevo Mundo de las Santas
Escrituras".

En sus inicios con pastas que por lo general eran de color verde, posteriormente en negro y últimamente en café y atractivas presentaciones que van desde la imitación piel hasta cuero genuino, este libro omite cuidadosamente el nombre de los Testigos de Jehová y sólo menciona en su hoja de datos a la Sociedad Watch Tower, a sabiendas de que la mayoría de las personas ignoran su verdadera identidad. Mientras tanto, centenares suponen que tienen en sus manos un ejemplar de la Palabra de Dios, cuando la realidad es que están siendo sutilmente adoctrinados en las extrañas creencias de los Testigos, absorbiendo enseñanzas anti-cristianas que niegan la divinidad de Jesús y la existencia del Espíritu Santo entre otras.

¿Traducción Confiable o Fraude Espiritual?

A continuación enumeramos porque la llamada Biblia de los Testigos de Jehová o "Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras" no puede ser considerada una traducción legítima sino más bien un descarado fraude espiritual con fines proselitistas.

1. La Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras no fue realizada por ningún académico serio sino por un oscuro "comité" del cual no se proporcionan ni nombres ni curriculum. 1 No hay eruditos reconocidos que se responsabilicen por esta
traducción.

2. Ninguno de los miembros del "comité de traductores" era experto en griego o hebreo lo cual es un requisito indispensable para hacer una traducción de los originales a cualquier idioma 2.

3. Los Testigos de Jehová declaran que la suya es la única versión confiable de la Biblia y que todas las demás son erróneas. Sin embargo los mismos Testigos utilizaron la traducción inglesa King James, y otras más durante más de ochenta años para
enseñar a sus seguidores 3.

4. Las revistas de los Testigos enseñan que la religión Católica Romana es la gran prostituta espiritual de Apocalipsis 17 y 18 y que no puede ser confiable en ningún asunto espiritual,4  pero al mismo tiempo siguen a la Iglesia Católica al basar parte de su
traducción de la Biblia en las versiones de dos sacerdotes jesuitas. 5

5. La organización de los Testigos de Jehová tiene una larga historia de engaños y falsedades para intentar atraer prosélitos. No solo su fundador Carlos T. Russell fue condenado judicialmente por engañar a la gente con la venta de un supuesto "trigo
milagroso."6 Sino que además esta organización ha hecho por lo menos 10 predicciones acerca del fin del mundo en un período que va de 1889 a 1975. Obviamente ninguna de las predicciones se cumplió y jamás hubo una disculpa pública
por los engaños.


Una Organización Deshonesta.

Una organización con estos antecedentes y que además nunca ha tenido la decencia de pedir una disculpa pública a la sociedad, y ni siquiera a sus propios adeptos, difícilmente se puede considerar capacitada éticamente para producir una traducción confiable de la Biblia. La Sociedad Watch Tower carece totalmente de la autoridad moral necesaria para una tarea tan delicada y de hecho queda descalificada por las palabras del mismo Señor Jesucristo que dijo en Mateo 7:18:

"No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos".

El significado es claro: Así como no podemos esperar que un árbol malo produzca un fruto bueno, es ilógico pensar que una organización deshonesta y corrupta produzca una traducción veraz y objetiva de la Biblia.


Pasajes Claves Alterados

La siguiente es sólo una pequeña muestra de los cientos de pasajes importantes alterados a propósito en la Traducción de los Testigos de Jehová.
Traducción de los Testigos Biblia Reina Valera
"Ahora bien resultaba que la tierra se
hallaba sin forma y desierta y había
oscuridad sobre la superficie de (la)
profundidad acuosa y la fuerza activa
de Dios
se movía de un lado a otro
sobre la superficie de las aguas".
Génesis 1:2
"Y la tierra estaba desordenada y vacía
y las tinieblas estaban sobre la faz del
abismo, y el Espíritu de Dios se movía
sobre la faz de las aguas"
Génesis 1:2
"En (el) principio la Palabra era, y la
Palabra estaba con Dios, y la Palabra
era un dios
"
Juan 1:1
"En el principio era el Verbo, y el Verbo
era con Dios, y el Verbo era Dios".
Juan 1:1
"Pero nosotros sabemos que el Hijo de
Dios ha venido, y nos ha dado
capacidad intelectual para que
adquiramos el conocimiento del
verdadero y estamos en unión con el
verdadero por medio de su Hijo
Jesucristo. Este es el Dios verdadero y
vida eterna
".
1 Juan 5:20
"Pero sabemos que el Hijo de Dios ha
venido y nos ha dado entendimiento
para conocer al que es verdadero; y
estamos en el verdadero, en su Hijo
Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y
la vida eterna
".
1 Juan 5:20
"Pero cuando introduce de nuevo a su
Primogénito en la tierra habitada
dice: "Y que todos los ángeles de Dios
le rindan homenaje".
Hebreos 1:6
"Y otra vez cuando introduce al
primogénito en el mundo dice: Adórenle
todos los ángeles de Dios".
Hebreos 1:6
"Mientras aguardamos la feliz
esperanza y la gloriosa manifestación
del gran Dios y de (l) Salvador
nuestro, Cristo Jesús
".
Tito 2:13
"Aguardando la esperanza
bienaventurada y la manifestación
gloriosa de nuestro gran Dios y
Salvador Jesucristo
".
Tito 2:13
"A quienes pertenecen los antepasados
y de quienes provino el Cristo según la
carne: Dios, que está sobre todos,
(sea) bendito para siempre. Amén
".
Romanos 9:5
"De quienes son los patriarcas, y de los
cuales, vino Cristo, el cual es Dios sobre
todas las cosas, bendito por los siglos.
Amén
".
Romanos 9:5
* El subrayado es de los Editores
Análisis Comparativo

Al comparar la versión de los Testigos con una de las traducciones clásicas al español como es la Biblia Reina Valera versión 1960 que se ha mantenido por cerca de 500 años como la preferida de los eruditos expertos en griego y hebreo, o con cualquier otra versión seria, las alteraciones saltan a la vista. No se trata de un asunto de estilo literario o sinónimos. Por el contrario, son perversiones de fondo tanto en el significado de los textos originales, como en la manipulación del lenguaje, pues se trata de que la traducción de los Testigos respalde las doctrinas del iniciador de la secta: Carlos T. Russell. Esto se puede comprobar muy fácilmente al mirar la tabla comparativa anterior. Cinco de los textos alterados tienen el objetivo de negar la divinidad de Jesucristo y degradarlo de Creador a simple creación. Esto demuestra que hay un esfuerzo sistemático para cambiar las Escrituras en aquellas partes en que no se ajusta a las ideas de su fundador. Esto no es obra de la casualidad o un detalle de traducción, máxime cuando es de todos conocido que una doctrina cardinal de la secta es precisamente negar la encarnación de Dios en Cristo.

El otro enfoque de la tabla comparativa es Génesis 1:2; en él los Testigos niegan la personalidad del Espíritu Santo reduciéndolo a una fuerza impersonal, activa. Si añadimos a esto que la Biblia de los Testigos se refiere al Espíritu Santo como "espíritu" (con minúscula), robándole el artículo "el" que se aplica a personas, y que una de las herejías clásicas de los Testigos es negar la enseñanza de que Dios se ha dado a conocer en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. De esta manera comprobamos que sus alteraciones son sistemáticas, dolosas y perversas pues saben que la mayoría de las personas no compararán su Biblia alterada con otras versiones al actuar de buena fe. Mucho menos tienen acceso a copias de los originales en griego o hebreo para verificarla.

Para Russell y los líderes de la sociedad Watch Tower el Espíritu Santo no es Dios, sino "una fuerza". No es alguien sino "algo". Sin embargo en su propia Biblia se han olvidado de alterar un pasaje que contradice sus ideas. Se trata de 2 Corintios 3:17 que en su versión dice:

"Ahora bien, Jehová es el Espíritu;..."

Esto debería ser suficiente prueba para cualquier Testigo de Jehová de que el Espíritu Santo es Dios, y no una "energía"

Olvidos y Cambios Mágicos

No es extraño que los traductores hayan olvidado cambiar un pasaje; la Escritura consta de más de 31,000 versículos y es una tarea descomunal el alterarla toda de un solo golpe. Lo mismo les sucedió con Hebreos 1:6. Durante un tiempo en su misma
traducción del año 1961 decía, hablando de Cristo "que todos los ángeles de Dios le adoren", pero de pronto, como por arte de magia, en la versión 1987 el mismo pasaje aparece diciendo: "Y que todos los ángeles de Dios le rindan homenaje" (Itálicas de los autores).

Claro que hay una gran diferencia entre homenajear a una persona y adorarla, especialmente cuando la palabra griega que están maltraduciendo es proskuneo que por excelencia significa "adoración" en el Nuevo Testamento. La misma se usa en el
pasaje de Juan 4:23 y 24 en donde se explica que el Padre busca adoradores "que le adoren (proskuneo) en espíritu y en verdad". Que extraño que aplicada a Cristo, sin ninguna explicación se altere y falsee su significado.

Es evidente que para aquellos cuyo fin no es servir a Dios sino meter prosélitos a su secta, todo se vale con tal de aumentar sus ingresos económicos mientras engañan a la gente, pues las Biblias de los Testigos no suelen regalarse. Al contrario, se venden por miles a buen precio, reportando jugosas ganancias económicas a sus directivos de los cuarteles generales en Brooklyn, Nueva York.


Conclusión

En base a todo lo anterior podemos concluir con confianza que cualquier persona que posea un ejemplar de la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras o Biblia de los Testigos de Jehová no tiene en sus manos una traducción confiable de la
Palabra de Dios. Lo que estará leyendo no será lo que Dios habló por medio de sus Apóstoles y Profetas sino una manipulación engañosa diseñada por una secta deshonesta con el fin, no de ayudarle espiritualmente, sino para traerlo a los pies de esta nueva religión americana, por medio de doctrinas heréticas disfrazadas.

Lo mejor que puede hacer una persona que se encuentre en esta situación es deshacerse de la Biblia de los Testigos y apartarse de la influencia de esta organización. Al mismo tiempo puede adquirir una traducción confiable de las Sagradas Escrituras como la versión Reina Valera 1960 o alguna otra que sea reconocida, a nivel mundial por su apego a los originales.

Puntos para recordar.

• La Biblia de los Testigos es una traducción relativamente nueva que está alterada a propósito.

• Suele tener una presentación atractiva.

• Aunque no dice ser de los Testigos puede ser reconocida fácilmente por estas características:

• Su título, que es: "Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras".

• En la hoja de datos dice Sociedad Watch Tower o Watch Tower Bible and Tract Society,
   Brooklyn, New York.

• La venden y distribuyen Testigos de Jehová o simpatizantes de su organización.

• No es la palabra de Dios sino una perversión de la misma, convertida en un instrumento sectario
  para adoctrinarle a usted en los principios de la organización y ganar prosélitos.

Si usted está interesado en ayudar a algún Testigo de Jehová a convertirse al cristianismo, o simplemente desea auxiliarlo a escapar de la influencia nociva de esa organización, póngase en contacto con nosotros. Contamos con una variedad de artículos y folletos que le pueden ser de mucha utilidad.


fuente: Centro de Investigaciones del Instituto Cristiano de México. (sectas.org)


NOTAS:
  1. Watch Tower Bible and Tract Society, Traducción del Nuevo Mundo de las
    Santas Escrituras. Brooklyn, New York. 1987, Pág. 5.
  2. Nelson, Don. That Hideous Strength: The Watch Tower Society. Publicado por
    Christian Research. Institute Newsletter. San Juan Capistrano, California.
    Volumen IV, Núm. 2, Marzo/Abril, 1991. Págs. 1 y 2.
  3. The Kingdon Interlineal Translation Of The Greek Scriptures. Watch Tower Bible
    and Tract Society, Inc. Brooklyn, New York. 1985. Págs. 7-12.
  4. Revista La Atalaya. "Un Misterio: ¿Quién es Babilonia la Grande?" Abril de 1989.
    Grupo Editorial. Ultramar S.A. de C.V., México, D.F.
  5. Además del texto de Westcott y Hort de 1881, se utiliza la versión del sacerdote
    Jesuita Español José María Bover (1943) y la del Padre Agustinus Merck,
    provincial Jesuita tal como la publicó en Roma, Italia en 1948. Estos datos vienen
    en las páginas 8 y 9 de la Traducción Interlineal del Reino de las Escrituras
    Griegas al idioma inglés y se pueden encontrar en la edición de 1985, publicada
    por la Watch Tower.
  6. Martin, Walter. Los Testigos de Jehová. Editorial Betania. Minneapolis, U.S.A.
    Edición de 1987. Pág. 12 y 13.
  7. "¿Cien Años de Dirección Divina?", Artículo, Instituto Cristiano de
    Investigaciones. San Juan Capistrano, California. U.S.A., Traducción al Español.

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La autoridad de la Biblia

Hay muchos libros hoy que dicen ser la Palabra de Dios. El Corán, el libro sagrado del Islam, dice ser la Palabra de Dios. El Libro de Mormón dice ser la Palabra de Dios. Los hindúes creen que el Bhagavad Gita es la fuente de verdad eterna. Karl Marx, con su cosmovisión atea, decía que su escrito, El Manifiesto Comunista, era la verdad última.

Nosotros, los cristianos, creemos que la Biblia es la Palabra de Dios y la fuente eterna de verdad por la cual vivimos. ¿Cómo sabemos que la Biblia es la Palabra de Dios? ¿Podemos realmente probar que la Biblia es verdaderamente la Palabra de Dios? La respuesta es sí. 

Antes que comience esta discusión sobre la autoridad de la Biblia, déjame primero citar las palabras de Jesús que se encuentran en Juan 15:18. Jesús les advierte a sus discípulos acerca de la actitud que tendrá el mundo hacia quienes lo sigan. Jesús dice, "Si el mundo los odia a ustedes, sepan que a mí me odió primero. Si ustedes fueran del mundo, la gente del mundo los amaría, como ama a los suyos. Pero yo los escogí a ustedes entre los que son del mundo, y por eso el mundo los odia, porque ya nos son del mundo." 1 Pedro 5:8 dice, "... su enemigo el diablo, como león rugiente, anda buscando a quien devorar."
Lo que es vital comprender de estos pasajes es la actitud del mundo hacia Dios. El mundo está en rebelión contra Dios, y la gente del mundo bajo la influencia de Satanás busca destruir su fe.
A la luz de los tiempos que estamos viviendo, es importante que los cristianos sepan no sólo qué es lo que creen sino por qué creen lo que creen. 

Una vez oí una estadística asombrosa. Decía que el 80 por ciento de los estudiantes que iban a la facultad y que decían ser cristianos volvían a casa sin creer en Cristo. Una de las razones es ésta: cuando un estudiante está sentado en una clase y oye a un profesor que desacredita a la Biblia, el estudiante no tiene una defensa y es fácilmente engañado para que crea que la Biblia ya no es creíble. Esto ocurre demasiado a menudo porque los cristianos saben qué es lo que creen, pero no saben por qué lo creen.
En mi experiencia, no hay ningún libro que sea criticado y atacado más que la Biblia. Muchos eruditos inteligentes han escrito libros tratando de desacreditar la autoridad de la Biblia. Éste es uno de los objetivos de Satanás: conseguir que el hombre dude de la Palabra de Dios.
A fin de contrarrestar este ataque, estudiaremos algunas evidencias que atestiguan de la autoridad y el origen divino de la Biblia. Este conocimiento nos permitirá hacer una defensa sólida de la fe cuando nos veamos atacados. 

No ha habido en la historia del hombre un libro que ha conmovido al mundo tanto como la Biblia. El impacto que ha causado ha sido fenomenal. Algunos aclaman a la Biblia como la Palabra de Dios; otros, la critican y la condenan. Con la Biblia enfrentada a una oposición tan grande hoy, y con muchas otras obras que afirman ser la "palabra de Dios," ¿cómo sabemos que la Biblia es la verdadera Palabra de Dios? Echémosle una mirada a las evidencias.

Evidencia Interna

La evidencia a favor de la autoridad de la Biblia cae en dos categorías principales: evidencia interna y evidencia externa. Por evidencia interna quiero indicar la evidencia que se encuentra dentro de la Biblia misma. Por evidencia externa, quiero indicar la evidencia que se encuentra fuera de la Biblia, como ser en la arqueología, la ciencia, la filosofía y en los manuscritos antiguos. Consideremos primero la evidencia interna.

Auto-proclamación

El primer hecho es que la Biblia dice ser la Palabra de Dios. Los autores sabían que estaban escribiendo las palabras de Dios, aunque a menudo no entendían completamente lo que estaban escribiendo. 2 Timoteo 3:16 dice, "Toda escritura está inspirada por Dios." 2 Pedro 1:21 dice, "los profetas nunca hablaron por su propia voluntad; al contrario, eran hombres que hablaban de parte de Dios, dirigidos por el Espíritu Santo." Jesús mismo veía al Antiguo Testamento como teniendo autoridad y citaba de él durante su ministerio.

 

El Espíritu Santo

En segundo lugar, el Espíritu Santo nos confirma que la Biblia es la Palabra de Dios. Juan 16:13 dice, "Cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda verdad."
El Espiritu que convence al mundo de pecado también le asegura al creyente que la Biblia es la Palabra de Dios.

Capacidad Transformadora

En tercer lugar, tenemos evidencia acerca de la capacidad transformadora de la Biblia. Hebreos 4:12 dice, "La palabra de Dios tiene vida y poder. Es más aguda que cualquier espada de dos filos, y penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu." Romanos 12:2 dice, "No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar." La Palabra de Dios y el Espíritu de Dios realmente transforman las vidas de las personas. La Biblia ha cambiado la vida de asesinos, drogadictos, importantes funcionarios de gobierno, hombres de negocio y estudiantes, para nombrar sólo unas pocas personas de toda extracción que han sido transformadas por la Biblia. Ningún otro libro puede decir lo mismo. Esto es porque la Biblia no es un simple libro sobre cómo vivir bien sino que está literalmente cargada de poder. Es la Palabra de Dios, con poder para cambiar vidas.
Estas son sólo tres evidencias internas que apoyan la autoridad de la Biblia. Por supuesto, estos no son los mejores argumentos para usar en un debate, pero son evidencias. En la próxima sección estudiaremos lo que creo que es el mejor argumento interno.

Unidad

Hemos estudiado tres evidencias internas que apoyan la autoridad y la inspiración divina de la Biblia. En esta sección, estudiaremos una cuarta evidencia: la unidad de la Biblia.
La Biblia cubre cientos de temas y, sin embargo, no se contradice a sí misma. Permanece unida en su tema. "Bueno, ¿y qué tiene de asombroso eso?" podrías preguntar. Considera los hechos. Primero, la Biblia fue escrita a lo largo de un período de mil quinientos años. Segundo, fue escrita por más de cuarenta hombres de todo tipo de extracciones. Por ejemplo, Moisés fue educado en Egipto y se convirtió en un profeta de Israel. Pedro fue un simple pescador, Salomón fue un rey, Lucas fue médico, Amós fue pastor y Mateo fue un recolector de impuestos. Todos los escritores eran de oficios y trasfondos vastamente diferentes.
Tercero, fue escrita en muchos lugares diferentes. La Biblia fue escrita en tres continentes diferentes: Asia, África y Europa. Moisés escribió en el desierto de Sinaí, Pablo escribió en una prisión en Roma, Daniel escribió en el exilio en Babilonia y Esdras escribió en la ciudad en ruinas de Jerusalén.
Cuarto, fue escrito en circunstancias muy diferentes. David escribió durante un tiempo de guerra, Jeremías escribió durante el tiempo penoso de la caída de Israel, Pedro escribió mientras Israel estaba bajo el dominio romano y Josué escribió mientras estaba invadiendo la tierra de Canaán.
Quinto, los escritores tenían diferentes propósitos al escribir. Isaías escribió para advertirle a Israel del próximo juicio de Dios por su pecado, Mateo escribió para probarles a los judíos que Jesús era el Mesías, Zacarías escribió para alentar a un Israel descorazonado que había vuelto del exilio en Babilonia y Pablo escribió tocando problemas que existían en diferentes iglesias de Asia y de Europa.
Si juntamos todos estos factores, la Biblia fue escrita a lo largo de más de mil quinientos años, por cuarenta autores diferentes, en distitntos lugares, bajo diversas circunstancias, y tocando una multitud de temas. Es asombroso que con tanta diversidad haya tanta unidad en la Biblia. Esa unidad está organizada alrededor de un tema: la redención de Dios del hombre y de toda la creación. Se tocan cientos de temas polémicos y, sin embargo, los escritores no se contradicen entre sí. La Biblia es un documento increíble.
Déjame ofrecerte una buena ilustración del apologista Josh McDowell. Toma diez autores contemporáneos y pídeles que escriban sus puntos de vista sobre un tema polémico. ¿Estarían todos de acuerdo? No, tendríamos desacuerdos entre un autor y otro. Ahora, considera la autoría de la Biblia. Todos estos autores, en un período de mil quinientos años, escribieron sobre muchos temas polémicos y no se contradicen. {1}
Parece como si un autor guió a estos escritores durante todo el proceso: el Espíritu Santo. 1 Pedro 2:21 dice, ""los profetas nunca hablaron por su propia voluntad; al contrario, eran hombres que hablaban de parte de Dios, dirigidos por el Espíritu Santo." La unidad de la Biblia es sólo una prueba asombrosa más de la inspiración y la autoridad divina de la Biblia.

Evidencia Externa

En nuestro estudio acerca de la autoridad de la Biblia, hemos estudiado las evidencias internas, que se encuentran en la Biblia misma. Aparte de la unidad de la Biblia, la mayoría de estos argumentos son subjetivos en su naturaleza. Ahora estudiaremos las evidencias externas de la Biblia, es decir, la evidencias que se encuentran fuera de la Biblia.

Indestructibilidad

La primera evidencia externa es la indestructibilidad de la Biblia. La Biblia es el libro más conocido en la historia del mundo, y ningún libro ha sido más atacado que ella. Los escépticos han traído de destruir la autoridad de la Biblia durante mil ochocientos años. Ha pasado por todo tipo de escrutinio posible de la arqueología, la ciencia, la filosofía y las computadoras. Y, sin embargo, a pesar de todos estos ataques, la Biblia demuestra ser verdadera vez tras vez. Cada vez, los escépticos se han equivocado, y la Biblia ha demostrado estar en la verdad. El solo hecho que la Biblia ha permanecido firme en su autoridad después de dos mil años es otra evidencia que apoya su origen divino.

La Arqueología

La segunda fuente de evidencia externa proviene de la arqueología. Las investigaciones arqueológicas del Medio Oriente han demostrado que la Biblia es verdadera y precisa indefectiblemente en sus descripciones históricas. Nelson Glueck, un afamado arqueólogo judío, dice, "Ningún descubrimiento arqueológico ha negado alguna vez una referencia bíblica." {2}
El Dr. William Albright, quien no era amigo del cristianismo y que fuera probablemente la máxima autoridad en la arqueología del Medio Oriente de su tiempo, dijo esto acerca de la Biblia: "No puede haber ninguna duda que la arqueología ha confirmado la historidad sustancial del Antiguo Testamento." {3}
Aquí hay un par de ejemplos de la precisión histórica de la Biblia. Un buen ejemplo puede encontrarse en Génesis 14. La Biblia habla de la victoria de Abraham sobre Quedorlaomer y cinco reyes mesopotámicos. Durante años, los críticos dijeron que estos relatos eran ficticios y muchas personas desacreditaron a la Biblia. En la década de 1960, sin embargo, se descubrieron las tablas de Ebla, en el norte de Siria. El reino de Ebla fue un reino poderoso en el siglo veinte a.C. Las tablas de Ebla son registros de su historia. Se han descubierto miles de tablas. Lo que es importante es que muchas de estas tablas hacen referencia a cada una de las cinco ciudades de la llanura, lo cual demuestra la exactitud del relato de Génesis 14. {4}
Otro ejemplo es la historia de Jericó, registrada en el libro de Josué. Durante años los escépticos pensaron que la historia de los muros de Jericó que habían caído era un mito. Sin embargo, en la década de 1930 el Dr. John Garstang hizo un descubrimiento asombroso. Dice, "En cuanto al hecho principal, entonces, no queda ninguna duda: los muros cayeron hacia afuera de forma tal que los atacantes pudieron treparse por sobre las ruinas de la ciudad." Esto es asombroso porque los muros de las ciudades caen hacia adentro, no hacia afuera. {5}
La edición del 5 de marzo de 1990 de la revista Time llevaba un artículo llamado "Score
One For the Bible – Punto Uno Para la Biblia." En este artículo la arqueóloga Kathleen Kenyon decía que los muros de Jericó habían caído en forma súbita. Muchos eruditos consideran que esto fue provocado por un terremoto que podría explicar también el endicamiento del Jordán. Además, se descubrieron granos, lo cual muestra que la ciudad fue conquistada rápidamente. Este hallazgo agrega credibilidad al relato bíblico. Un estudio posterior hecho por Brian Wood encontró que la fecha de la caída de Jericó coincidía con la fecha de la Biblia. {6}
Estos son sólo dos ejemplos de la autenticación por parte de la arqueología de la confiabilidad de la Biblia. No hay ningún libro que sea tan antiguo y, a la vez, preciso en una forma tan convincente como la Biblia.
La indestructibilidad y la arqueología son dos evidencia externas a favor de la Biblia.

La Profecía

Hay muchas más evidencias externas a favor de la Biblia, pero voy a cubrir una sola más: la evidencia de la profecía. La Biblia contiene cientos de profecías que se han cumplido. Ningún libro en la historia se ha acercado siquiera a la Biblia cuando se trata de profecía cumplida.
Las profecías en la Biblia son muy específicas y precisas. Nostradamus dice haber hecho cientos de profecías que se han cumplido, pero si lees sus profecías verás que son vagas y poco claras. Sus símbolos y su lenguaje pueden ser usados para indicar una gran cantidad de eventos históricos. A diferencia de muchas profecías de ese tipo, la profecía bíblica es muy específica. 

Aquí hay algunos ejemplos. En Ezequiel 26, que fue escrito en 587 a.C., Ezequiel profetiza que la poderosa ciudad de Tiro sería destruida. Tiro estaba formada por dos partes, una ciudad-puerto en tierra y una ciudad-isla a unos ochocientos metros de la costa. Ezequiel predijo que la ciudad terrestre de Tiro sería destruida por Nabucodonosor, que muchas naciones lucharían contra ella, que los escombros de la ciudad serían arrojados al mar, que nunca más se podría encontrar la ciudad y que los pescadores vendrían a ella a colgar sus redes.
En 573 a.C., Nabucodonosor destruyó la ciudad terrestre de Tiro. Muchos de los refugiados de la ciudad navegaron hacia la isla, y la ciudad-isla de Tiro siguió siendo una ciudad poderosa. En 333 a.C., sin embargo, Alejandro Magno sitió a Tiro. Usando los escombros de la Tiro terrestre, construyó un camino hacia la ciudad-isla de Tiro. Luego capturó y destruyó por completo la ciudad.
Hoy, Tiro es un pequeño pueblo de pescadores donde vienen a descansar los botes de pesca y donde los pescadores extienden sus redes. La gran ciudad antigua de Tiro permanece, al día de hoy, enterrada en ruinas, exactamente como fue profetizado. Si fuéramos a calcular las probabilidades de que este evento pudiera ocurrir por azar, las figuras serían astronómicas. No, no fue por casualidad. {7}
Aquí hay otro ejemplo. Hay más de trescientas profecías hechas de Jesús en el Antiguo Testamento. Profecías como de Su lugar de nacimiento, sobre cómo iba a morir, sobre Su rechazo por la nación de Israel, etc. Todas estas profecías fueron hechas muchos cientos de años antes que Jesús hubiera venido a la tierra. Debido a la precisión de las profecías, muchos escépticos creyeron que debían haber sido escritas después del año 70 d.C.—después del nacimiento y la muerte de Jesús, y la destrucción de Jerusalén. Por lo tanto, han tratado de negar que hayan sido profecías siquiera.
Sin embargo, en 1947, los Rollos del Mar Muerto fueron descubiertos. Estos rollos contenían el libro de Isaías y otros libros proféticos. Cuando fueron fechados, se encontró que habían sido escritos entre 120 y 100 a.C., {8}, mucho antes que hubiera nacido Jesús. Hubiera sido un logro imposible que Jesús hubiera cumplido trescientas profecías. Algunos dicen que las profecías se cumplieron por casualidad, pero las probabilidades en contra serían tremendamente grandes. Requeriría más fe creer en su ocurrencia fortuita que en el hecho que Jesús fuera Dios y que estas profecías fueron inspiradas divinamente. {9}
Ningún libro puede igualar a la Biblia cuando se trata de profecía. Entiende que sólo he tocado la punta del témpano. Hay cientos de pruebas adicionales a favor de la Biblia, pero sólo he mencionado unas pocas. Espero que este estudio haya despertado tu interés en estudiar más acerca de la Palabra de Dios.

Notas

  1. Josh McDowell, Evidence That Demands a Verdict (Evidencia que Exige un Veredicto - San Bernardino: Here's Life Publishers,1979), 17.  Volver
  2. Nelson Glueck, Rivers in the Desert: A History of the Negev (Ríos en el Desierto: Una Historia del Neguev - New York: Farrar, Strauss, and Cudahy, 1959), 31.  Volver
  3. William F. Albright, Archaeology and the Religion of Israel (La Arqueología y la Religión de Israel - Baltimore: John Hopkins, 1953), 176.  Volver
  4. Merrill Unger, Unger's Bible Dictionary (Diccionario Bíblico de Unger - Chicago: Moody, 1971), 330.  Volver
  5. John Garstang, The Foundations of Bible History; Joshua, Judges (Los Fundamentos de la Historia Bíblica: Josué, Jueces - London: Constable, 1931), 146.  Volver
  6. Michael Lemonick, "Score One for the Bible," Time, 5 March 1990, 59.  Volver
  7. Ralph H. Alexander, "Ezekiel," in The Expositor's Bible Commentary, ed. Frank E. Gaebelein (Grand Rapids: Zondervan, 1986), 869.  Volver
  8. Unger, 291-292.  Volver
  9. McDowell, 167.

¿Existe realmente un infierno?

Se cuenta que C. S. Lewis estaba escuchando el sermón de un joven predicador sobre el tema del juicio de Dios del pecado. Al finalizar su mensaje, el joven dijo: "¡Si usted no recibe a Cristo como Salvador, sufrirá graves ramificaciones escatológicas!" Luego de la reunión, Lewis le preguntó, "¿Usted quiere decir que una persona que no cree en Cristo se irá al infierno?" "Precisamente," fue la respuesta. "Entonces, dígalo," contestó Lewis.{1}

Esta historia ilustra algo que la mayoría de los cristianos saben pero pocos expresan: que de todas las doctrinas de la fe cristiana, aquella con la que nos sentimos más incómodos para discutir es la doctrina del castigo eterno o infierno. Y no es difícil entender por qué es así. La doctrina del infierno es ofensiva para los incrédulos y contradice el énfasis en la tolerancia y en el potencial humano que domina nuestros tiempos. ¿Quién de nosotros disfruta de alienar a nuestros amigos hablando del juicio eterno por el pecado? Para muchos de nosotros la doctrina del infierno es difícil también de reconciliar con el amor y la gracia de Dios. Más aún, estamos bien conscientes de cristianos que han utilizado mal la doctrina del infierno, usándola para manipular y controlar a otras personas. Al tratar de distanciarnos del abuso de esta doctrina y para evitar aparecer como intolerantes y sin afecto, muchos de nosotros hemos eliminado la palabra "infierno" por completo de nuestro vocabulario (haciendo que nuestra creencia sea un asunto completamente personal).

Encuestas recientes han revelado algunos hechos muy interesantes acerca de las actitudes actuales acerca del infierno. Una encuesta hecha por George Gallup en 1990 reveló que apenas algo menos que el 60% de los norteamericanos cree que existe un infierno (un descenso de más de 10% desde 1978), aunque sólo un 4% cree que el infierno es su propio destino personal. Una encuesta hecha a mediados de la década del 80 a estudiantes evangélicos norteamericanos de escuelas secundarias y de seminarios reveló que sólo uno en diez creía que el primer paso para influenciar a los incrédulos debería ser advertirlos acerca del infierno. Un 46% de los estudiantes de seminarios creía que hacer énfasis entre los no creyentes que el juicio eterno sería la consecuencia de rechazar a Cristo era "de mal gusto." Una encuesta llevada a cabo en 1981 reveló que ¡el 50% de la población de las facultades teológicas cree en la existencia del infierno (61% de los Católicos Romanos y 34% de los Protestantes)!{2}

A pesar de las actitudes corrientes prevalecientes hacia el infierno que revelan estas encuestas, sin embargo todavía es aparente para la mayoría de los cristianos que la doctrina del infierno está firmemente asentada en la enseñanza de las Escrituras. Todas menos una de las cartas de Pablo mencionan la ira o el juicio de Dios sobre el pecado. Y de los doce usos de la palabra gehenna (la palabra más fuerte para el infierno) en el Nuevo Testamento, ¡once provienen de los labios de Jesús mismo! De hecho, ¡el Salvador enseñó más sobre el infierno que lo que enseñó sobre el cielo! De los más de 1850 versículos que registran las palabras de Cristo, 13% corresponden a los temas del juicio y del infierno. De las 40 o más parábolas pronunciadas por Jesús, más de la mitad están relacionadas con el juicio eterno del pecado. ¡Sorprendentemente, el tan bienamado "Sermón del Monte" contiene algunas de las palabras más directas de Jesús acerca del infierno!

¿Qué Enseña la Biblia Acerca del Infierno?

En su libro titulado simplemente "Inferno," Dante Alighieri describe con gran detalle su recorrido imaginario por los nueve niveles del infierno. El libro de Dante es una lectura fascinante. Pero para aprender cómo es el infierno realmente, debemos dirigirnos a otra fuente: la Biblia.
Cuando comenzamos a leer el Antiguo Testamento, encontramos referencias frecuentes al "Seol" (el mundo de los espíritus que han partido) como la morada de todos los muertos (cf. Deuteronomio 32:22). A medida que seguimos leyendo, también encontramos que vendrá un día cuando los cuerpos de todos los que están en el Seol serán resucitados: algunos, a la "vida eterna", pero otros, para vergüenza y confusión perpetua" (Daniel 12:2).
La creencia común de los rabinos piadosos durante al era intertestamentaria de que el Seol estaba dividido en dos secciones está reflejada en el Nuevo Testamento, que se refiere a la morada de los justos como el "paraíso" (Lucas 23:43) o "el seno de Abraham" (Lucas 16:22), y la morada de los injustos como el "Hades" (Lucas 16:23). Después de la resurrección de Cristo, parece ser que aquellos que vivían en el paraíso fueron conducidos a la presencia de Dios en el cielo donde esperan la futura resurrección de sus cuerpos. Pero aquellos que están en el Hades esperan la resurrección a un destino diferente: el infierno.
La palabra que se usa más frecuentemente en el Nuevo Testamento para el infierno es Gehenna. Gehenna es una referencia al Valle de Hinom ubicado en el lado sur de Jerusalén, que servía como el "basurero" de la ciudad en el tiempo de Jesús. Los fuegos en este lugar nunca se apagaban.

Al igual que sus contemporáneos, Jesús se refirió al Gehenna como el lugar donde "el fuego nunca se apaga" y donde "el gusano de ellos no muere" (Marcos 9:48). Si quería implicar un fuego literal y un gusano literal no tiene mayor importancia. Jesús también describió al infierno como un lugar de "tinieblas de afuera" (Mateo 22:13). ¡Pero está claro que Él quería que entendiéramos que el infierno es un lugar de deterioro y sufrimiento continuos para aquello que lo habitan! Jesús también se refirió a aquellos que eran arrojados al infierno como "echados afuera" (Mateo 8:12) o, como lo expresa Pablo sencillamente, "excluidos de la presencia del Señor" (2 Tesalonicenses 1:9). El infierno es un lugar de exclusión y de pérdida de toda bendición que proviene de Dios. El infierno se describe como un lugar de "vergüenza" por el profeta Daniel (Daniel 12:2), donde cada persona es aborrecida por cada otro habitante. Como lo ha expresado un escritor: "Los pecadores en el infierno tendrán compañía pero no simpatía"{3}
Jesús dijo que el infierno será un lugar de "lloro y crujir de dientes" (Mateo 13:42). El lloro sin duda habla de un remordimiento y pena terribles. Pero el crujir de dientes habla de una ira intensa; ira contra uno mismo, ira contra Satanás, ira contra Dios. Pablo habla de los habitantes del infierno como experimentando "ira y enojo... tribulación y angustia" (Romanos 2:8-9).
La Biblia también nos dice que en el infierno no todos serán juzgados de la misma forma. Jesús dejó en claro que habrá grados de juicio en el infierno. Dijo que "aquél siervo que conociendo la voluntad de su Señor, no se preparó, ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes. Mas el que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco" (Lucas 12:47-48). Pero si bien no todos serán juzgados de la misma forma, todos serán juzgados con seguridad. Éxodo 34:7 nos dice que el Señor "guarda misericordia a millares... y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado."

¿Por Qué un Dios Amante Enviaría a la Gente al Infierno?

¿Enseña la Biblia que el infierno es un lugar de castigo consciente por el pecado? Una propuesta alternativa es que a muchos (si no a todos) les será dada una segunda oportunidad después de la muerte para responder a la gracia de Dios. Se suele hacer apelación a la afirmación en la primera carta de Pedro de que "ha sido predicado el evangelio a los muertos" (1 Pedro 4:6). William Barclay dice que en este pasaje encontramos un "atisbo de nada menos que el evangelio de la segunda oportunidad" (Comentario sobre las Epístolas de Pedro). Sin embargo, el contexto es claro en que ¡está hablando a aquellos a quienes el evangelio fue predicado en vida pero que ahora han muerto! No hay ninguna indicación para nada de que existe una oportunidad "post-mortem" de arrepentirse.
En Juan 8, Jesús dice que para aquellos que "mueren en sus pecados" no hay ninguna posibilidad de reunirse con Él en el cielo (Juan 8:21, 24). Al contrastar la expectativa del creyente de ser reunido con sus seres queridos en el cielo, dice que los incrédulos "no tienen (tal) esperanza" (1 Tesalonicenses 4:13). Estas declaraciones son difíciles de reconciliar con la creencia de que a los fallecidos se les ofrece una segunda oportunidad después de la muerte. Hebreos 9:27 dice que "está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio."
Otra propuesta, que está consiguiendo una aceptación cada vez mayor hoy, es que a los incrédulos simplemente se les hará desaparecer de la existencia o serán "aniquilados." Se busca a menudo apoyo para esta creencia en declaraciones en las Escrituras que describen a los pecadores como "pereciendo" o siendo "destruidos." El salmista dice, "así perecerán los impíos delante de Dios" (Salmos 68:2). La misma palabra, sin embargo, es utilizada en Isaías 57:1 para referirse a los justos: "Perece el justo, y no hay quien piense en ello." Está claro en el último caso que la palabra implica "sufrimiento severo." No podría de ninguna forma significar que los justos son "aniquilados." No hay, por lo tanto, ninguna razón para creer que lo contrario es el caso cuando la palabra es utilizada para describir el destino de los pecadores. "Perecer" o ser "destruido" significa "sufrir la ruina," no ser "aniquilado."

¡Que la Biblia enseña el castigo consciente eterno en el infierno, es la única deducción posible que puede alcanzarse del hecho de que las palabras más enfáticas disponibles para los escritores bíblicos fueron usadas en forma consistente para describir la duración del infierno, así como para describir la duración del cielo y hasta la existencia eterna de Dios! Así como Jesús describió el destino de los justos como "vida eterna," también Él describió el destino de los injustos como "castigo eterno" (Mateo 25:46). Así como Juan describió a Dios como el que "vive por los siglos de los siglos" (Apocalipsis 15:7), también describió el fuego del infierno como durando "por los siglos de los siglos" (Apocalipsis 14:11).
A veces se dice que la palabra griega para eterno (aionios) en realidad significa "durando una era", implicando que al final de una serie de eras Dios vaciará al infierno de todos sus habitantes. Aquellos que sostienen esta interpretación, sin embargo, dejan de recordar que si bien esta era es finita en duración, ¡era una idea común entre los oyentes de Jesús que la "era venidera" sería eterna!
Con relación al destino de Judas, Jesús dijo: "Bueno le fuera a ese hombre no haber nacido" (Mateo 26:24). Si realmente fuera un destino tan terrible como sugieren estas palabras, y si es eterna su duración, ¿por qué enviaría un Dios amoroso a la gente al infierno? Si Dios es un Dios de amor, ¿por qué consignaría Él a alguien a una eternidad tan terrible como el destino que describe la Biblia para aquellos cuyo fin es el infierno?
Tal vez la doctrina bíblica del infierno puede comenzar a cobrar sentido para nosotros cuando reexaminemos nuestra comprensión de otras dos enseñanzas de las Escrituras: la naturaleza de Dios, y la naturaleza del hombre y del pecado.

Una de las revelaciones asombrosas de las Escrituras es que Dios es un Dios de amor y gracia infinitos. ¿Quién de nosotros no se siente refrescado cuando leemos las palabras del salmista: "Mas tú, Señor, Dios misericordioso y clemente, lento para la ira, y grande en misericordia y verdad" (Salmos 86:15)? Sin embargo, ¡es el mismo Dios quien también es descrito como Aquél que "de ningún modo tendrá por inocente al malvado" (Éxodo 34:7)! El Dios que ama al pecador es también el Dios "muy limpio de ojos para ver el mal" y quien "no puede ver el agravio" (Habacuc 1:13). El salmista lo cita a Dios en un punto cuando dice, "Pensabas que de cierto sería yo como tú" (Salmos 50:21). Pero necesitamos darnos cuenta que, así como el amor de Dios está mucho más allá del nuestro, ¡así también la pureza de su santidad excede todas nuestras concepciones! Cuando a Isaías se le concedió una visión del Señor en su trono, ¡fue sacudido por su impresión de Su santidad (Isaías 6:3)! Por cierto, Dios es un Dios de amor indescriptible, ¡pero Él es tanto o más un Dios de santidad y justicia absolutas! Cuando obtenemos una visión de la santidad de Dios tal como está retratada en la Biblia, comenzamos a entender la razonabilidad de la doctrina del infierno.
También recibimos ayuda si permitimos que las Escrituras nos informen más plenamente en nuestra comprensión de la naturaleza del hombre y del pecado. El énfasis en nuestra generación en el valor y la dignidad de la persona humana han sido una corrección bienvenida en contra del sobreénfasis anterior en la depravidad del hombre. Pero, sin embargo, es fácil para nosotros perder de vista el hecho de que si somos por cierto creados a la imagen de Dios, y somos de un valor muy especial en sus ojos, no obstante estamos también profunda e indeleblemente manchados por el pecado en cada área de nuestro ser. El Dios que conoce cada pensamiento y motivación de cada corazón humano dijo que "engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?" (Jeremías 17:9). ¡Jesús mismo dijo que "de dentro, del corazón de los hombres, salen (todo tipo de maldades)" por los que somos contaminados (Marcos 7:21-23)!
Cuando Esdras se enteró de la desobediencia de la gente de Israel al casarse con incrédulos, dijo, "rasgué mi vestido y mi manto,... y me senté angustiado en extremo" (Esdras 9:3). Cuando el Apóstol Pablo vio la ciudad de Atenas llena de ídolos, "¡su espíritu se enardecía (Hechos 17:16)!" ¿Es posible que hemos perdido algo del sentido de la seriedad del pecado que parecía tomar el corazón de estos dos hombres?
Algunos han objetado que mientras que el pecado es por cierto digno del castigo, un pecado "finito" difícilmente merezca un castigo "infinito" en el infierno. Pero que nuestra rebelión contra Dios deba considerarse "finita" en su naturaleza no está del todo claro.
Cuando consideramos que Aquél contra quien nos hemos rebelado es Aquél que nos dio la vida, quien es la fuente de cada cosa buena que conocemos en la vida, y que ha extendido su amor al dar a Su Hijo como pago por nuestro pecado, ¿cómo podemos medir de alguna forma la gravedad de nuestro pecado o el castigo que merece? Cuando consideramos también que no hay ninguna indicación de que aquellos que estén en el infierno alguna vez experimentarán un "cambio de corazón" en su actitud ante Dios, sino que de hecho probablemente se volverá cada vez peor, tal vez podamos ver que el juicio de Dios es completamente justo.

La Doctrina del Infierno: ¿Qué Diferencia Hace?

Queremos enfocarnos en tres áreas de la vida que deberían ser impactadas por nuestra comprensión de la doctrina bíblica del infierno.
La primera es nuestra actitud ante el pecado... particularmente el nuestro. Unos años atrás, Dr. Karl Menninger escribió un libro titulado Whatever Happened to Sin? (¿Qué Ocurrió con el Pecado?) En él, él desafiaba la noción popular de que todos nuestros pensamientos y acciones pueden ser explicados por factores que están más allá de nuestro control personal, y que raramente somos responsables por nuestra propia conducta. Por cierto, hay factores "atenuantes" en la mayoría de nuestras vidas que influyen en nuestro carácter y conducta, en mayor o menor grado. Y Dios no desconoce estas cosas. "Él conoce nuestra condición; se acuerda de que somos polvo" (Salmos 103:14). Él sabe asimismo que nacemos con una naturaleza pecaminosa que está más allá de la voluntad humana de vencer (cf. Romanos 7:14-25). Pero Él también sabe que la elección es nuestra, si aprobamos o toleramos el fruto de nuestra naturaleza pecaminosa, o si nos volvemos a Él en busca de gracia para mantener a raya los impulsos pecaminosos, y para aprender a seguir su voluntad. C. S. Lewis dijo que hay dos tipos de personas en el mundo: aquellas que le dicen a Dios, "Tu voluntad sea hecha," y aquellas a quienes Dios les dice, "Tu voluntad sea hecha." La elección es nuestra en cuanto a qué tipo de persona seremos.
Cuando nos damos cuenta que somos responsables por lo que elegimos hacer con nuestro pecado, y que es más que simplemente un acto que tiene como resultado consecuencias desagradables para nosotros sino que es también una disposición de rebelión hacia Dios que requiere su juicio santo, ¡no podemos evitar volvernos más sensibles a la presencia del pecado en nuestras vidas!
¡El segundo resultado de una comprensión bíblica del infierno es una apreciación mucho mayor de la gracia y la salvación que hemos recibido de Dios! Nuestra apreciación por el valor inmenso de su regalo crece muchísimo cuando comprendemos plenamente la naturaleza de aquello de lo que hemos sido librados. ¡Nuestra percepción de lo sobrecogedor de la salvación está determinada en gran medida por nuestra percepción de los horrendo del infierno!
Finalmente, una comprensión bíblica del infierno debería movernos a incluir en nuestra proclamación del evangelio una clara advertencia acerca de la consecuencia de no responder. Necesitamos ser más directos que el predicador de quien se dice que Charles Spurgeon dijo, "Si usted no ama al Señor Jesucristo, será enviado al lugar que no es de buena educación mencionar."{4} C. S. Lewis una vez dijo: "Si el cristianismo sólo significa un poco más de buenos consejos, entonces el cristianismo no tiene ninguna importancia. No ha habido ninguna falta de buenos consejos en los últimos cuatro mil años. Un poco más no hará ninguna diferencia."{5} Si hay realmente un infierno, ¡entonces el cristianismo es mucho más un poco más de buenos consejos!
En su libro, Our Guilty Silence (Nuestro Silencio Culpable), John Stott cuenta cómo los misioneros jesuitas en China, no queriendo ofender la sensibilidad de los chinos, excluyeron la cruz de Cristo y otros detalles de su mensaje. Citando a Hugh Trevor-Roper, Stott dice, "No sabemos que hayan logrado muchos convertidos duraderos a través del residuo inobjetable de la historia."{6}
Sin duda la doctrina del infierno ha sido a veces abusada. Pero, como bien lo expresa un escritor: "Que su mal uso no resulte en su no uso" en nuestros esfuerzos por conducir a la gente a Cristo. 
 

Notas

{1} Larry Dixon, The Other Side of the Good News (El Otro Lado de las Buenas Nuevas), Wheaton: Victor Books, 1992. p. 13
{2} Dixon, pp. 10-13; Jerry L. Walls, Hell: The Logic of Damnation (El Infierno:La Lógica de la Condenación). South Bend: University of Notre Dame Press, 1992, pp.2-3.
{3} John Blanchard, Whatever Happened to Hell? (¿Qué Ocurrió con el Infierno?) Darlington, England: Evangelical Press, 1992, p. 146.
{4} Citado en Ajith Fernando, Crucial Questions About Hell (Preguntas Cruciales Acerca del Infierno). Wheaton: Crossway Books, 1991, p. 171.
{5} C.S. Lewis, Mere Christianity (Cristianismo Básico). New York: Macmillan Press, 1960, p. 133)
{6} John Stott, Our Guilty Silence (Nuestro Silencio Culpable). London: Hodder & Stoughton, nd, p. 45.


Fuente: Ministerios Probe -  ministeriosprobe.org  -  por Rick Rood

Los Rollos del Mar Muerto Descubrimiento 1947 - Documental

Los Manuscritos del Mar Muerto o Rollos de Qumrán (llamados así por hallarse los primeros rollos en una gruta situada en Qumrán, a orillas del mar Muerto) son una colección de casi 800 escritos de origen judío, escritos en hebreo y arameo por integrantes de la congregación judía de los esenios, y encontrados en once grutas en los escarpados alrededores del mar Muerto.

Los primeros siete rollos fueron encontrados en 1947 por Jum'a y su primo Mohammed ed-Dhib, dos pastores beduinos de la tribu Ta'amireh en una cueva de Qumrán. Se cuenta que utilizó algunos en una hoguera para calentarse, al carecer del conocimiento de la importancia del hallazgo. Estos rollos fueron vendidos (troceados, para aumentar su precio) a un anticuario en el mercado local, extraviándose un tiempo algunos en Egipto y otros en los Estados Unidos. 

Posteriormente se publicaron copias de los rollos, causando un masivo interés en arqueólogos bíblicos, cuyo fruto sería el hallazgo de otros seiscientos pergaminos, y cientos de fragmentos. Lo más importante de este hallazgo es su antigüedad, que permite estudiar importantes fuentes teológicas y organizativas del cristianismo. 

La mayoría de los manuscritos datan de entre los años 250 adC y 66 dC, estando entre ellos los textos más antiguos de que se dispone en lengua hebrea del Tanaj o Antiguo Testamento bíblico. Se cree que fueron ocultados por los esenios debido a las revueltas judías contra los romanos en esos años

viernes, 1 de junio de 2012

¿Qué es la Trinidad?

La palabra “trinidad” es un término usado para indicar la doctrina Cristiana de que Dios existe como una unidad de tres personas distintas: el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo. Cada una de las personas es diferente de las otras, aún cuando en esencia, están relacionadas. En otras palabras, cada una es completamente divina en naturaleza, pero cada una individualmente, no es la totalidad de las otras personas de la Trinidad. Cada una tiene voluntad, ama y cuando habla usa los pronombres “Yo” y “Tu”. El Padre no es la misma persona que el Hijo; el cual a su vez, no es la misma persona que el Espíritu Santo; el cual a su vez tampoco es igual al Padre. Aún cuando cada uno es divino, no hay tres dioses, sino un solo Dios. Subsisten individualmente en tres personas. La palabra subsisten (de “subsistir”) significa algo que tiene una existencia real. La palabra “persona” demuestra individualidad y libre conciencia. La Trinidad es tres, aunque el término se ha convertido en el dominante usado para describir los aspectos individuales de Dios conocido como el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo.
En la doctrina de la Trinidad se encuentra incluido el monoteísmo, lo cual es la enseñanza de que en todo el universo existe un ser único conocido como Dios el cual tiene una existencia propia e inmutable. (Is 43:10; 44:6, 8). Es importante notar que la doctrina de la Trinidad no es politeísta como algunos de los críticos proclaman. Por definición el Trinitarismo es monoteísta y aquellos que claman que es politeísta demuestran una falta de entendimiento de lo que es ésta realmente.
  • La Trinidad
  • Dios es tres personas
  • Cada persona es divina.
  • Hay un solo Dios
Muchos teólogos admiten que el término “persona” no es una palabra perfecta para describir los tres aspectos individuales encontrados en Dios. Normalmente, cuando usamos la palabra persona, entendemos que ésta significa individuos físicos los cuales existen como seres separados de otros individuos. Pero en Dios no hay tres entidades ni tampoco tres seres. Dios es una Trinidad de personas la cual consiste de una sustancia y una esencia. Dios, numéricamente es uno; aún así, dentro de la esencia divina individual hay tres individuos subsistiendo a los cuales llamamos personas.
  • Cada una de las tres personas es completamente divina en naturaleza, aunque cada uno no es la totalidad la Divinidad.
  • Cada una de las tres personas no es las otras dos personas.
  • Cada una de las tres personas está relacionada a las otras dos, pero son diferentes entre ellas.
La palabra “trinidad” no se encuentra en la Biblia. Pero esto no significa que el concepto no se enseñe en ésta. La palabra “biblia” tampoco se encuentra en la Biblia, pero de todas formas, la usamos. De igual manera, las palabras “omnisciencia” (todo conocimiento), “omnipotencia” (todo poderoso) y “omnipresencia” (presente en todo lugar), tampoco se encuentran en la Biblia; pero las usamos para describir los atributos de Dios. Así que para decir que la Trinidad no es verdadera porque la palabra no se encuentra en la Biblia es un argumento inválido.

¿Existe subordinación en la Trinidad?
Aparentemente hay una subordinación dentro de la Trinidad con relación al orden pero no en sustancia o esencia. Podemos ver que el Padre es primero, el Hijo es el segundo y el Espíritu Santo es el tercero. El Padre no es engendrado, pero el Hijo si lo es (Jn 3:16); el Espíritu Santo procede del Padre (Jn 5:26), el Padre mandó al Hijo (1 Jn 4:10), el Hijo y el Padre enviaron al Espíritu Santo (Jn 14:26; 15:26). El Padre crea (Is 44:24), el Hijo redime (Gá 3:13) y el Espíritu Santo santifica. (Ro 15:16).
Esta subordinación en cuanto al orden no significa que cada uno de los miembros de la Divinidad no es igual o divino. Por ejemplo, vemos que el Padre mandó al Hijo. Esto no significa que el Hijo no sea igual al Padre en esencia y naturaleza divina. El Hijo es igual al Padre en Su divinidad pero inferior en Su humanidad. Una esposa está supuesta a estar sujeta a su marido, pero esto no niega la humanidad, esencia o igualdad de ella. En otra analogía, un rey y su siervo, comparten la naturaleza humana. Sin embargo, el rey manda al sirviente para que haga su voluntad (la del rey). Jesús dijo: “Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.” (Jn 6:38). Claro está, que Jesús ya es Rey, pero la analogía muestra que cuando es mandado, esto no significa que es diferente en naturaleza de aquel que lo envió.
Los críticos de la Trinidad verán esta subordinación como prueba de que la Trinidad es falsa. Ellos razonan que si Jesús fuera verdaderamente Dios, entonces, Él sería completamente igual a Dios el Padre en todas las áreas y por lo tanto, no estaría subordinado al Padre de ninguna manera. Pero esta objeción no es lógica. Si miramos la analogía del rey y su siervo, ciertamente no diríamos que el sirviente no es humano debido a que fue mandado. Ser mandado no niega la igualdad en esencia. Por lo tanto, el hecho de que el Hijo fue mandado no significa que Él ya no es más divino. Cuando mi esposa me manda a traer la leche y el pan, no significa que dejo de ser humano.

¿Es esto confuso?
Otro punto importante acerca de la Trinidad es que su concepto puede ser difícil de entender. Pero ésta no necesita un argumento contra su validez. Al contrario, el hecho de que es difícil es un argumento para su verdad. La Biblia es la revelación misma de un Dios infinito. Por lo tanto, estamos obligados a encontrarnos con conceptos difíciles de entender; especialmente cuando tratamos con un Dios impenetrable, el cual existe en todos los lugares al mismo tiempo. Así que cuando vemos descripciones y atributos de Dios manifestados en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, descubrimos que una explicación comprensible y entendible de la esencia y naturaleza de Dios no es posible hacerla. Sin embargo, lo que hemos hecho se deriva de las verdades que se encuentran en la Escritura las cuales podemos tomar y combinar en la doctrina que llamamos Trinidad. La Trinidad es, en gran medida, un misterio; después de todo, estamos tratando con Dios Mismo.
Los cultos minimizan la verdad bíblica para hacer a Dios comprensible y entendible para las mentes de ellos. Para este fin, ellos usan la Palabra de Dios en su propio razonamiento lo cual termina en un error. Los siguientes versículos son usados con frecuencia para demostrar que la doctrina de la Trinidad es definitivamente bíblica.
  • Mt 28:18: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.”
  • 1 Co 12:4-6:”Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. 5Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. 6Y hay diversidad de operaciones, pero Dios que hace todas las cosas en todos, es el mismo.”
  • 2 Co 13:14: “La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén.”
  • Ef 4:4-7:”un solo cuerpo, y un solo Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; 5un Señor, una fe, un bautismo, 6un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.”
  • 1 P 1:2: “elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.”
  • Judas 20-21: “Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo, 21conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna.”

¿Es el Cristianismo la única religión verdadera?

Sí. El Cristianismo es la única "religión" verdadera. Esto puede parecer horriblemente dogmático y estrecho de mente, pero la verdad simple y sencilla es que el Cristianismo es la única religión verdadera. Jesús dijo que sólo Él es el camino al Padre (Jn 14:6), que Él sólo revelaba al Padre (Mt 11:27; Lc 10:22). Los Cristianos no van por ahí diciendo que el Cristianismo es el único camino ya que serían arrogantes, de mente estrecha, estúpidos y críticos. Ellos creen en Jesús, el cual clamó ser Dios (Jn 8:59; Ex 3:14), perdonó pecados (Mr 2:5; Lc 5:20; 7:48), y se levantó de la muerte (Lc 24:24-29; Jn 2:19 ss.). Jesús dijo que Él es el único camino. Jesús es único. O estaba Él diciendo la verdad, estaba loco o fue un mentiroso. Pero ya que todo el mundo está de acuerdo en que Jesús fue un gran hombre, ¿cómo podría entonces ser grande y loco, o bueno y mentiroso? Él tenía que estar diciendo la verdad: Él es el único camino.
El Cristianismo no es sólo una religión; es una relación con Dios. Es creer en Jesús y lo que Él hizo en la cruz (1 Co 15:1-4), no lo que Usted puede hacer por sí mismo. (Ef 2:8-9).
Buda no se levantó de la muerte, ni tampoco Confucio o Zoroastro. Ninguna profecía de la Biblia fue cumplida por Mahoma. Alejandro el Grande y tampoco ninguno de ellos se levantaron de la muerte o sanaron a los enfermos. Y aún cuando existe mucho menos información creíble acerca de ellos, el mundo cree en ellos.
La Escritura está en lo correcto cuando dice en 1ª Pedro 2:7-8: “Para vosotros, pues, los que creéis, él es precioso; pero para los que no creen, ‘La piedra que los edificadores desecharon, Ha venido a ser la cabeza del ángulo;’ 8 y ‘Piedra de tropiezo, y roca que hace caer,’ porque tropiezan en la palabra, siendo desobedientes; a lo cual fueron también destinados.”

Las probabilidades Matemáticas de Jesús para que las Profecías se cumpliera en Él

Las siguientes probabilidades son tomadas de Peter Stoner de Science Speaks (Moody Press, 1963) para mostrar que la coincidencia es manejada por la ciencia de la probabilidad. Stoner dice que usando la ciencia moderna de la probabilidad con referencia a ocho profecías, ‘encontramos que cualquier hombre que haya vivido hasta el tiempo presente y que cumpliera todas las ocho profecías está en la probabilidad de 1 en 1017.” Esto sería 1 en 100.000.000.000.000.000. Para ayudarnos a comprender esta probabilidad tan asombrosa, Stoner la ilustra al suponer que si “tomamos 1017 monedas de dólar y las colocamos en todo el territorio de Tejas, estas lo cubrirían en 60 centímetros de profundidad. Marque una de esas monedas y mézclelas esparciendo la masa a través de todo el estado. Tápele a un hombre los ojos y dígale que él puede viajar tan lejos como quiera, pero que debe recoger la moneda de a dólar marcada. ¿Cuáles serían las probabilidades de que escoja la moneda correcta? La misma probabilidad que los profetas habrían tenido al escribir estas ocho profecías y hacer que todas cumplieran en un solo hombre.”

Stoner considera las 48 profecías y dice: "encontramos que cualquier hombre para cumplir estas 48 profecías estaría en la probabilidad de 1 en 10157 o 1 en 10.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000. 000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000."
(Esta información fue tomada del libro Evidencia que Exige un Veredicto de Josh McDowell).

El número estimado de electrones en el universo es de alrededor de 1079. Sería muy evidente que Jesús no hubiera cumplido las profecías por accidente. Él dijo ser quien era: el único camino. (Jn 14:6).